|
CURRO
ROMERO
Cuarenta años de
alternativa. Es un desafío al tiempo, a la lógica, al orden llamemos correcto de las
cosas. La cuestión es que este hombre de 65 años nunca se ha planteado concederle un
respiro a la vida y hacer lo que suelen hacer sus compañeros de generación, más hechos
al paseo, la charla o el sillón. Curro Romero, nunca amigo de efemérides y ruidos,
volvió a escribir su historia en la plaza de toros de Valencia el 18 de marzo, la misma
plaza que, atónita, le vio hacerse matador de toros en 1959 toros del Conde de la Corte,
con Gregorio Sánchez de padrino y Jaime Ostos de testigo . 40 años en los ruedos, ¿y
qué? Hace ahora un año, Romero confesó al que esto escribe: "Hace tiempo que me
vengo haciendo la misma pregunta, hasta cuándo, y van pasando los años y no pasa
nada". Es verdad, no pasa nada. Aparece Curro en los carteles de Sevilla y, en
efecto, no pasa nada. Debe ser la fuerza de la costumbre la que nos eclipsa, un año tras
otro, el sentido del asombro. Tres tardes en la Feria en una de ellas hará el paseíllo
con un niño de 16 años, no pasa nada , una cuarta en San Miguel. Lo que alteraría el
orden de las cosas, recapacitemos, sería la ausencia, la inexistencia de un nombre que
continúa siendo la referencia. Si se produce el triunfo, si éste no llega..., pues
tampoco pasaría nada. Siempre nos queda el año que viene, y el otro, y el otro, porque
"van pasando los años y no pasa nada". Sencillamente genial.
|
|